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miércoles, 5 de enero de 2011

La Mancha del Jaguar - Fiskales ad hok

"ocultando tras sus coloridas ropas sus heridas y llenando los cuartos vacíos de sus vidas
con tarjetas que te dan cariño un rato y que te dejan seco y sin saliva."

La Mancha del Jaguar - Fiskales Ad-Hok

jueves, 30 de diciembre de 2010

Conocimiento Fractal

Creo que el conocimiento científico tiene propiedades fractales; que no importa cuánto aprendemos, lo que nos queda, por pequeño que parezca, es tan infinitamente complejo como el todo con el que comenzamos. Ese es, creo yo, el secreto del universo

Isaac Asimov

martes, 9 de noviembre de 2010

TRAINSPOTTING - Irvine Welsh

Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la sal, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipótecas a interés fijo, elige un piso píloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos, Elige el bricolaje y pregúntate quien coño eres los domingos por la mañana, elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu, mientras llenas tu boca de puta comida basura, Elige pudrirte de viejo, cagándote y meándote encima, en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte, elige tu futuro, elige la vida.

El origen de todo lo bueno

" Eddie vio grandes cosas y accidentes que nunca llegaron a ocurrir. Albert Einstein de niño y a punto de ser arrollado por el camión del lechero cuando cruzaba la calle. Un adolescente llamado Albert Schweitzer saliendo de la bañera y a punto de pisar una pastilla de jabón que descansaba junto al tapón quitado. Un Oberleutnant nazi quemando un trozo de papel donde estaban escritos la fecha y el lugar de la invasión del día D escritos en aquel. Vio morir a un hombre, que tenía la intención de envenenar el suministro de agua de Denver, de un ataque al corazón en un área de descanso de la interestatal I-80, en Iowa, con una bolsa de patatas fritas de McDonald's en el regazo. Vio a un terrorista envuelto en explosivos saliendo de repente de un restaurante abarrotado en una ciudad que podría haber sido Jerusalén. Lo que había paralizado al terrorista había sido el cielo y la idea de que amparaba a justos y pecadores por igual. Vio cómo cuatro hombres rescataban a un niño pequeño de un monstruo cuya cabeza parecía consistir por entero en un ojo.

Sin embargo, lo más importante de todo aquello era el inmenso y creciente peso de las cosas pequeñas, desde aviones que no se habían estrellado, a hombres y mujeres que habían llegado al lugar correcto en el momento idóneo y habían fundado generaciones. Vio besos correspondidos en portales, carteras devueltas y hombres que habían llegado a una bifurcación y habían escogido el camino correcto. Vio un millar de encuentros al azar que no eran azarosos, diez mil decisiones correctas, cien mil respuestas acertadas, un millón de actos de amabilidad no reconocidos. Vio a los ancianos de Paso del Río y a Roland arrodillándose en la tierra para la bendición de Tía Talitha; volvió a oír cómo se la ofrecía de buen grado. La oyó decirle que depositara la cruz que le había dado al pie de la Torre Oscura y que pronunciara el nombre de Talitha Unwin en el confín más remoto de la tierra. Vio la Torre en los pliegues abrasadores de la rosa y por un segundo comprendió su propósito: cómo distribuía las líneas de fuerza a todos los mundos existentes y los sujetaba con firmeza a la gran hélice del tiempo. Por cada cascote que aterrizaba en el suelo en vez de sobre la cabeza de un niño pequeño, por cada tornado que sorteaba el parque de caravanas, por cada misil que no despegaba, por cada mano alzada contra la violencia, allí estaba la Torre.

Y la tranquila y cantarina voz de la rosa. La canción que prometía que todo iría bien, todo iría bien, que todo tipo de cosas podrían ir bien.

—Hay dos centros de existencia —oyó decir a Roland—. ¡Dos! —Igual que Jake,
podría haberse encontrado a miles de kilómetros de allí—. La Torre... y la rosa.
Aunque son lo mismo. "

fragmento de Lobos del Calla, Stephen King, La torre oscura 5

da que pensar, no...todo lo bueno del mundo podria provenir de una roza que crece en un solar semidestruido en el centro de una urbe....o de Dios.... o que importa!
el bien existe...y cada uno de nosotros tenemos la libertad de elegir...